La mujer roja

Emilia sabe que llama la atención. Cuando camina, sus piernas largas y delgadas, provocan en cada paso que da, una sensación de confianza. Su cabellera colorada, recién teñida, se complementa con sus labios pintados de rojo carmesí.


Sus manos delicadas y de dedos largos se mueven sin parar cuando habla y forman figuras amorfas en el aire. Emilia sabe que la escuchan atentamente cuando habla, aunque no diga nada extraordinario.


Sus ojos color verde pálido, le dan un toque de inocencia a su rostro, que contrasta con su estilo de mujer fatal. Su vestimenta negra parece envolver su cuerpo esbelto que se muestra tímidamente.

Emilia se sonroja con facilidad y sus mejillas angulosas se enrojecen. Le da vergüenza ponerse colorada, cree que es un signo de debilidad. La muestra como una mujer frágil, aunque tenga un andar avasallante.